Necesito plataaaa para un nuevo colchón!
El día de ayer contra todo pronóstico terminé con la gringa en mi cama viendo una película (que alquilamos, porque resulta que Paula está en contra de la piratería -razón por la cual evité mostrarle mi vasta colección piratísima-), y digo que contra todo pronóstico, porque es la primera vez que una chica entra a mi cuarto a ver una película bajo la aprobación familiar, aparentemente estupefacta como yo por esos tremendos ojos celestes gatúbelescos que brillan en la oscuridad. Claro, con la puertita abierta, no vayan a pensar mal los viejos (o darse cuenta, más bien).
La situación iba viento en popa, preparamos canchita, nos matamos de risa, tomamos gaseosa y al rato nos asaltó un hambre canino que nos vió obligados a pedir delivery (porque tampoco voy a asaltar la refri familiar frescamente y dejar entrever que ese día lo único comestible eran unos rezagos de arroz chaufa del día de ayer). Así que cuando llegó el pedido, lo acomodamos muy elegantemente (todo por la presencia de la dama) en un azafate y nos dirigimos a mis aposentos a proseguir con el escrutinio fílmico.
Grande fue mi sorpresa al ver que el colchón de mi cama perdió absolutamente toda forma de colchón tras hundirnos en él dos personas sumando el peso de algo de comida. Mayor fue mi sorpresa ante la frase "cholito lindo, éste colchón... desde cuándo lo tienes?". Pues naturalmente mi respuesta fue nula. No tengo mayor conocimiento acerca de la edad del mismo, y para el mismo efecto, no tengo ni idea de la procedencia del colchón, así que el día de hoy pregunté muy cautelosamente en casa de dónde se había sacado ese colchón. La respuesta fue pues, aclaratoria: Era el colchón del abuelo.
Ni modo, nuevamente matemáticas mentales dejaron un poco atrás la perspectiva del carro propio, cuando no puedo acoger en mi cama a una persona sin que el colchón emule a un trampolín en el cual se ha sentado un elefante. Hoy mismo safo a alguna feria de muebles en busca de un colchón que no me deje la espalda hecha un acordeón a la mañana siguiente. Y pensar todas las cosas que tengo que ir cambiando por sólo conocer a una chica!
Felizmente debo decir que el trabajo va bien, me he acostumbrado mucho al ritmo de trabajo, y habiendo ya formado un team bacán con otros representantes, tengo casi casi un fijo mensual que me permite satisfacer éstas "necesidades", que en realidad no son gustitos, si no todo lo contrario! Son necesidades! Si no puedo comprarme un colchón nuevo, cómo michi planeo seguir con mi vida? En fin, cosas que pasan... para las que sigo necesitando plataaaaa.
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