Caramba, debo decir con gran convicción y dolor en el alma que últimamente siento que mis domingos por la noche son desperdiciados. Cada domingo a las 10 de la noche, suelo interrumpir lo que sea que estén dando en la televisión para hacer un escrutinio rápido del programa de Bayly y particularmente sobre la calidad de los invitados (y sobre su relevancia en la coyuntura nacional), para darme de cabezazos finalmente contra el borde de la cama al ver que nuevamente se encuentran en su programa las gemelas Aguirre, Tongo, o algún otro personajillo de mínima relevancia o peor aún, de dubitable calidad como contenido de un programa que no sólo me cautivó como incisivo y actual, sino como hasta alternativa al periodismo nacional. La verdad es que ver cualquier cosa a esa hora, se ha vuelto definitivamente la mejor estrategia.
Lo peor fue cuando tras hacer zapping por otros programas periodísticos competidores, retorné al Francotirador con la ilusa idea de encontrarme con algún invitado que no haya salido en algún Ampay o sea imagen publicitaria de teléfonos públicos, y me vi zamaqueado por el surmenage que me causó darme cuenta que no sólo había UN Bayly en el set, sino dos! Jaime Bayly entrevistando a su hermano, a propósito del lanzamiento de su nueva novela, algo tipo "11 shots" o "12 shots". Un libro que recoge once o doce (no perdí el tiempo memorizando bien la cantidad) cuentos del menor hermano. El título no me pareció ni sugerente ni atractivo, y la portada, tan elogiada por El Francotirador me pareció poco creativa, carente de originalidad, impuesta y hasta aburrida.
No sé si soy yo, mi rabia producto de la melancolía que produce saber que un producto televisivo que en su momento fue tan bueno, haya caido en tal desgracia, salvado precariamente por las cada vez más inusuales genialidades de su conductor, que se ha remitido a dirigir su humor a los cada vez peores recursos semi vulgares que pueda permitirle el espacio que maneja. El ver a un personaje obviamente ilustrado hablar sobre penes, potos y demás tonterías sólo me angustia, recordando geniales entrevistas en las que debo admitir y dar cuenta que Bayly sólo es genial en la medida en la que su contraparte lo es. Y aún así, muchas veces es tentado por el facilismo de la fórmula actual, pervertiendo cualquier atisbo de entrevista alturada que pudiera permitirle su entrevistado, mandando a la lona la expectativa de todos los que lo seguimos sintonizando esperando que Bayly dé rienda suelta a sus bajos instintos (los buenos) y no a los comentarios sobre la importancia de la bisexualidad, sobre su afición a las píldoras o sobre la dudosa libertad de prensa que predica el liberar los secretos ajenos. Nuevamente, no sé si soy yo, o el programa ya debería ser retirado, Bayly puesto en cura de sueño hasta las nuevas elecciones, o si simplemente me quedé estancado en el pasado.
El tiempo lo dirá.
4 comentarios:
Es intermitente.
Como la mayoría de cosas en el Perú.
Dios! No podría estar más de acuerdo? De verdad que todos los domingos a las 10pm tengo que tener un plan B para ver algo antes de dormir. Por lo general ya tengo una película lista, a la que le doy "play" luego de ver quiénes serán los invitados del tío terrible, que no hace más que aburrirme con los mismos chistes monses de siempre.
Algún día será el Chato Barraza de los entrevistadores. Cero vigencia y gracia.
El programa de Bayly solo se pone bueno cuando se acercan las elecciones. Una lástima que haga programas tan buenos en el extranjero y no pueda hacer algo de calidad acá. Pero supongo que es precisamente eso lo que quiere: desestresarse con un programa en donde pueda desparramarse a sus anchas. Además eso es ráting, y ráting es money.
Por eso prefiero leerlo en su columna semanal de Perú.21.
Buen blog el tuyo. Palmas.
Podría ser muy bueno porque es divertido e inteligente (cuando quiere, porque también suelta cada pachotada), pero ha caído demasiado en la vulgaridad y entrevista a cualquier cosa.
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