sábado, 24 de enero de 2009

No, no me creció la cabeza.

Me corté el pelo!

Ando en toda una nueva onda mental. No voy a decir que soy un seguidor acérrimo de "El secreto", pero sí tengo que decir que me estoy preocupando más por lograr las metas que me estoy proponiendo.

Todo ésto en realidad parte porque cuando uno trabaja en equipo, por el bienestar de cada uno, la importancia de trazarse metas es máxima, y del mismo modo, la incapacidad de cumplirlas se ve bastante reducida, porque es el mismo equipo el que te apoya y te alienta para que consigas lo que buscaste. Porque si tú lo consigues, quiere decir que ellos también lo consiguieron.

Y cortarme el pelo es parte de ésta nueva preocupación por lograr mis metas. Cómo? Porque para mi es bastante importante sentirme exitoso. Sé que no lo soy todavía, sé que las pequeñas cosas que me he comprado alimentan mi ego herido por trabajar tanto tiempo como un lamebotas mal pagado. Se puede argumentar que quizá ni siquiera era bueno en mi trabajo. Por otra parte, hasta se podría decir que era medio tonto. 

Pero éstos pequeños éxitos, éstos pequeños triunfos, éstas pequeñas muestras materiales que evidencian que hay un avance, y no un retroceso en el desarrollo de mi maquinaria económica, me hacen feliz, me indican que voy por buen camino!

Siempre he sido amante de hacer presupuestos. Por lo general lo hacía en la combi antes de entrar al trabajo o al salir, y con mayor intensidad los jueves y lunes por la mañana, previamente a chequear en internet si me había ganado la Tinka. Calculaba el monto total en soles, deducía los impuestos por ganarse la lotería, lo pasaba a dólares, cotizaba un departamento para mi, televisores de pantalla plana, un carro nuevo, un viaje donde conocería al amor de mi vida, una francesa espectacular que se enamoraría inmediatamente de mi hombría latina y me daría hijos pelirrojos y pecosos, inviernos en Praga viendo el rodaje de alguna película, una biblioteca llena de libros antiguos...

Pero con la misma ilusión en intensidad con que imaginaba todo eso, los sueños se me iban al tacho, dos veces por semana, luego de verificar que no tenía ni un acierto en mi combinación.

Sin embargo, desde que trabajo por mi cuenta, puedo ir presupuestando de forma realista. Como dice Dragón del 96, ya ando pensando en el "destete". El otro día tuve unas horas libres durante el almuerzo y ma di una paseadita por Wong. Fui al área de electrodomésticos y me invadió una locura que duró un par de horas. Empecé a presupuestar todos los electrodomésticos de mi nuevo departamento. Y no elegí precisamente los más baratos. Tampoco los más caros, porque hasta yo comprendo sobre excesos y algunas cosas en realidad no me hacen falta. Es decir, para qué comprar una tele más grande que tu refri, si una tele suficientemente grande es pues, suficiente? Tan acomplejado tampoco ando. Y así, presupuesté desde cocinas, campanas extractoras, batidoras, baterías de cocina, cubiertos, etc.

Y llegando a casa de noche, puse todo en un excel. Sumé, dividí, convertí en dólares, y establecí un márgen de error y un margen de elementos que podría todavía "abaratar". Y obtuve una cifra con la que dormí súper tranquilo. En unos cuántos meses, por lo menos antes de fin de año, quizá pueda hacer mi destete, realidad.

0 comentarios:

Google dice que acá se encuentra todo lo que buscas, y que encima me pagan comisión.

  © Blogger template 'The Comic Series' by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP